Once años desde el último UN DOS TRES...

Tal día como hoy, Chicho Ibañez Serrador iba a sufrir lo que nunca pudo imaginar de la televisión a la que tanto dió: no solo por el 1,2,3... series como HISTORIAS PARA NO DORMIR, y concursos como WAKU WAKU o EL SEMÁFORO se convirtieron en un auténtico éxito. Sin embargo, nada de esto le valió para que TVE quitara e un plumazo más de tres décadas del concurso más popular de la televisión. 
Todos los genios se equivocan y probablemente Chicho se equivocó resucitando el 123 en las condiciones en que lo hizo. No fue la elección de su presentador sino la forma en que lo introdujo en el programa con una imagen bastante lejana del presentador bueno con los concursanres como lo fueron todos los anteriores. Quiso probar y se equivocó. La audiencia quizás aceptó a regañadientes un rostro nuevo en un concurso tan asentado como el 1,2,3... pero lo que ya no consintió fue que engañase y quitara dinero a los concursantes como hizo las primeras semanas. El humor fue otro de los grandes fallos del concurso que no se supo actualizar hacia un humor más fresco y actual. Chicho creyó que el humor del chiste fácil aún tenía hueco en la televisión. Pero no fue así. Y luego, nos topamos con un concurso demasiado largo sin eliminatoria y con una subasta maltratada hasta la saciedad a base de publicidad. Hubo cortes de hasta 15 minutos. Luego, Luis se hizo con el programa, se recuperó la eliminatoria y hasta el humor cambió con el fichaje de nuevos actores. Aunque para entoncs, ya la audiencia se había ido...
Pero de nada de esto justifica el vergonzoso trato que le dió TVE al mítico concurso. Yo tuve la oportunidad de estar presente en el último programa y así lo conté en el artículo YO ESTUVE EL DÍA DE LA PATADA EN EL CULO DE TVE A CHICHO. Si el jefe se había comprometido a correr con los gastos para poder despedir el programa dcentemente con un último especial, ¿por qué no lo hicieron? La audiencia hubiese subido porque se hubiese vendido como el gran final del concurso de los concursos. Pero no fue posible. 
Hoy queremos recordar aquel programa con algunos videos entre los que yo personalmente destaco dos: la magia de los números musicales que perdimos para siempre en la televisión con el adiós del concurso y los nervios y la emoción que sentí cuando gané los 2000 euros en el útimo juego del disfraz. Bajar por esas escaleras, acercarme a la mítica mesa y darle la mano a un fenómeno como Luis fue todo un placer!