Así vivió FRAN FLORES la quedada del 40 aniversario de 123

Para Francisco Javier Flores Muñoz, Fran para los amigos, aquel sábado tenía toda la pinta de ser como otro cualquiera. Sin embargo, lo que viviría horas más tarde, echaría por tierra cualquier teoría de monotonía. Tras iniciar su viaje cogiendo el AVE, en Madrid le esperaban un tumulto de emociones que él mismo nos cuenta…

Poco a poco, el tren fue aminorando la marcha, íbamos llegando al esperado destino. La terminal era enorme. Cogí el metro en la misma estación y con un trasbordo llegue a Plaza de España. Cuando llegué al hotel un chico estaba en la entrada y pronunció mi nombre. Me quede extrañado hasta que me dijo “¿No me reconoces?”. No lo había reconocido de entrada porque apenas tenía fotos suyas. Enseguida salí de dudas: era Iván Vázquez. Me estaba esperando en la entrada del hotel, el suyo estaba cerca. Lo primero que quería hacer era entrar la habitación para dejar las cosas e ir a comer algo. Cogí el paraguas y mi cámara…

Tras su subir al hotel y arreglarme, nos dirigimos al hotel Tryp Ambassador. De camino hacia el hotel, los nervios se apoderaban de mí: allí me esperarían los nombres de las personas con las que hablo a diario por Internet. Y a esos nombres, ahora les pondría cara y voz… Estaba seguro que nuestra relación cambiaría a partir de ese momento. A los primeros en encontrarnos en la entrada fueron a David Latorre y a Juan Carretero. Tras entrar en la sala donde se celebraría el cóctel, hacer un poco de tiempo y hablar con los compañeros que iban llegando, me quedé petrificado: ni más ni menos que Mayra Gómez Kemp y su marido por una parte y Fedra Lorente hacían acto de presencia. No sé si puedo expresar lo que sentí en esos momentos. ¿Debía acercarme? ¿Debía alejarme? ¿Debía quedarme quieto? La cabeza me estallaba por la indecisión. Una de las personas a las que tengo mayor admiración estaba en la misma sala que yo. He estado cerca de otros famosos por casualidad pero aquello era distinto. Tanto tiempo repitiendo la frase #FuerzaMayra y allí la tenia. No sé ni como me no desmayé. Nadie la esperaba… Pero esto solo había hecho empezar: el gran maestro, don Narciso Ibáñez Serrador hacia su acto de aparición. La gente iba llegando, dos guapas chicas caracterizadas como azafatas nos iban preguntando el nombre, nos tachaban de la lista y nos ponían el nombre en una pegatina de concursantes al más puro estilo “Un dos tres” y yo me puse la mía encantado. Por fin tenia enfrente a esas personas que conocí en Facebook con mi mismo gusto y que aceptaron que entre nosotros naciera una de las palabras más grandes que existen, la AMISTAD. Antonio un dos tres, Miguelito Herrero,  Miguel Muñoz, Jorge Villarroya, Oscar Ríos, y un largo etcétera. Todos y cada uno al verme lo primero que se les ocurría era dedicarme una sonrisa, su mano para estrecharla o un abrazo, lo encantados que estaban de conocerme. También veíamos a personas relacionadas, entre azafatas y humoristas. Algunos no los reconocí de entrada y sentía un poco de vergüenza no haberlos reconocido de entrada.

Nos sentamos en las sillas que habían preparadas. Yo en segunda fila e Iván a mi izquierda. Chicho al entrar recibió un aplauso de parte de los asistentes. Yo no quería dejar de aplaudir, simplemente no quería… Chicho tuvo que hacer un gesto para parar el aplauso. ¿Estábamos más encantados nosotros de tenerlo ahí o al revés?

Juan, Miguel y David rompieron el hielo. Se notaba lo descolocados que estaban por todo. Yo no sé si podría ser anfitrión de algo así porque yo estaría peor. Comenzaron unos videos, el primero una entrada con todas las mascotas. No se dejaron casi ninguna. Aquello no merecía más que otro reconocimiento. Siguieron los videos, un recordatorio de las personas que nos dejaron, me recordó a las galas anuales de entrega de premios como los Óscar, donde ponen a las estrellas que se habían ido. Recordé entonces a Yolanda Ríos pero no pudo ponerse porque ya estaba hecho. Mayra dijo en voz alta que por poquito no estaba ella allí y todos aplaudieron. Pusieron también un video de un Ranking con los cuatro mejores musicales. Yo tenía la idea de dos que en esa lista no podían faltar, el de “One”, del musical “A chorus line” y el de la oficina siniestra, que fueron, respectivamente, cuarto y primer puesto, los otros fueron el del ferrocarril y Tailandia. Una serie de fallos técnicos nos dejaron sin ver los videos al completo. Acto seguido, Juan fue pasando el micrófono a personas relacionadas con el Un Dos Tres: azafatas, cómicos, presentadoras...

Cada uno era recibido con vitoreos y aplausos, en especial Mayra, todos se levantaron y el aplauso subió de intensidad en comparación a los otros. Ella no quería llorar. Mayra dijo unas sinceras palabras sin tapujos. Lo que mas recuerdo fue cuando Britt (María Gustafson) le dijo que le iba a desmontar el Guiness de años de con su marido, Raquel Torrent explicando lo de su peinado de la cola de caballo… Tantas cosas, tantas anécdotas que es imposible recordarlas todas… Bigote estuvo en su salsa, vamos, solo le hubiese faltado colgarse una percha como hacía en el concurso… Fedra Lorente habló de cómo surgió el personaje de la Bombi, Raúl Sender no quiso nunca un personaje fijo aunque lo presentaron como Moyra, la hermana p*** de Mayra y Juan hasta tuvo que pedir disculpas por presentarlo así.

Llegó un momento en que decían que llegaba alguien y varias personas de Un Dos Tres…  tenían que salir a recibirla: era nuestra querida Ruperta. Me hubiera gustado ver el momento en que la recibían pero me quedé allí todavía sin creerme que eso que estaba viviendo era  real. Llegó el momento de las fotos, Mayra se fue y no pude hacerme ninguna con ella, ni siquiera pude saludarla. A Chicho tampoco. También es verdad que su salud no era tal para que fuéramos a agobiarlos aunque hice unas fotos al lugar donde estaba. Con quien si me hice fotos fue con Miriam Díaz Aroca, que vino con su hija. Por una fracción de segundo me sorprendió que me llamara por mi nombre hasta que sin decir nada me di cuenta que era por la pegatina. Iván, que no tenía cámara compartió la mía. Con la calabaza Ruperta que era imprescindible, con Raúl Sender, Josep Llobató nos hicimos fotos también. Por cierto, como él es catalán le dije una frase en catalán para que me contestara y lo mismo hice con Ivanka Marfil. Ella me preguntó si hablaba catalán o solo sabía decir eso y yo le contesté que era de Barcelona. Con las chicas que hicieron de azafatas me hice una foto arriba de la tarima, delante del photo-call, algunas de esas fotos se hicieron cuando muchos habían pasado a la otra sala. Había gente sentada, conversaciones de todo tipo. Yo no sabia donde quedarme, querría estar en todas a la vez. Seguimos haciéndonos fotos, con Bigote Arrocet, con Britt, Miguel Herrero, Alejandra Grepi, Alejandra Cano, Marta de Pablo, Antonio un dos tres, Jorge Villaroya, Mayte Navarrete, Fedra Lorente, con Cándido, con Ivanka, me hice una con Antonio y con Miguel Muñoz Rodríguez en la tarima… Algunas fotos las hacíamos una para mi y otra para Iván y algunas nos las hacíamos los dos y en alguna ocasión teníamos que hacer mas de una foto porque la posición daba luz y deslumbraba, o salía borrosa, no tenia la cámara muy bien para ese sitio. Tuve también un toque malo al hablar con Cándido, le dije detalladamente mi lugar de nacimiento (Sabadell) y mi lugar de residencia (Barberá del Vallés), se lo dije por la pregunta que falló cuando concursó. La noche pasaba, no comí mucho la verdad porque lo menos que pensaba era en la comida. Otro toque interesante fue el contenido de la caja, otro asunto de interés general, Antonio se puso con la caja y empezó a ofrecernos dinero, que si 100.000 pesetas, que si 200.000 pesetas… La gente estaba loca con la Ruperta, hubo un momento y lo dije además que mas que Ruperta parecía Simba, el rey león.

Repartieron unos posters de Raúl Sender. A mi me dieron también uno, que al final dejé encima de la mesa y me fui sin haberlo recogido.

El grupo se dividió en dos, unos formamos una especie de corrillo con las sillas y empezamos a hablar de Un Dos Tres…, de lo que pensábamos, se habló también de la gente que no pudo estar. Miguel me hizo repetir algo que había escrito en Facebook, que de los nervios, si me metían varias bebidas alcohólicas en pocos segundos me hacia un coctel, no me pasó solamente porque yo no bebo. Hablamos también de otro de los vicios que yo mas detesto, el tabaco. Le dije a Miguel y a otros que estaban allí algo que yo considero como un lema. No podemos vivir sin comer, no podemos vivir sin beber (Alcohol no) pero podemos vivir perfectamente sin fumar. En la otra sala estaban otros compañeros hablando con las azafatas que se habían quedado. Recordaban anécdotas y todos escuchaban y se reían.

Finalmente la hora pudo conmigo. No quería llegar muy tarde al hotel ya que al día siguiente tenia que coger el autobús para volver a Barcelona. Me despedí de todos y me volví al hotel. Solo tuve que hacer el recorrido inverso, que fue muy fácil. Finalmente me costó dormirme al fin y al cabo. Acostumbrado a mi cama.

Al día siguiente me levanté temprano, más de lo que me pensaba. Tenía el reloj, misteriosamente con una hora de más. Desayuné, recogí mis cosas, entregué la llave y me fui. Tenía el temor de tardar mucho en ir del metro hasta la estación de autobuses. Al final fue mas rápido de lo que pensé. En la estación me encontré con Xavier, uno de los fans que estuvo en la quedada que se iba a trabajar. Hablamos un poco, que qué pasó cuando me fui, que a donde fueron, de lo curioso que era el metro de Madrid, que iba al revés que el de Barcelona, cosa que también comenté con Iván el día anterior… en una misma estación nos separamos, el ya salía de la estación para ir a su trabajo, yo iba a hacer trasbordo. Llegue a la estación de autobuses con más de una hora de adelanto. Menos mal que me traje un libro para leer mientras esperaba. Aquello habia llegado a su fin. Volvía a Barcelona. Cogí el autobús y empezó el largo viaje que me llevaba de vuelta a casa. A veces me ponía a leer, otras contemplaba el paisaje. Mientras contemplaba se me ocurrían frases para decir en el relato, como si esto fuera una novela. Veía por ejemplo las torres de energía eólica que parecía que nos estaban saludando, veía un tren AVE y me acordé lo que pensé de aquel autobús cuando estaba en un AVE y ahora pensé lo contrario, si ese AVE iba a Madrid. También pensaba cuando viajaba que me iba a encontrar cuando llegara, los mensajes pendientes, si serían de la quedada, de algún otro amigo, de la web donde escribo una foro novela, si ya habrían fotos de la quedada. Esa misma tarde subí las que hice y las respuestas no se hicieron esperar. Al día siguiente recibí más mensajes que en el día de mi cumpleaños, muy cercano por cierto.

Ahora he vuelto a la vida cotidiana. Quien sabe cuando se repetirá esto.

No, no se repetirá nunca. La experiencia puede hacerse igual pero nunca se podrá considerar repetida por el hecho que esta fue la primera vez. Mi primer viaje en estas circunstancias, mi primer contacto con los amigos de las paginas de un dos tres… Tienes los nervios y hasta la adrenalina de enfrentarte a cosas desconocidas y eso se suma a todo. Para muchos ha sido una cosa, para mi ha sido mucho mas y es algo que no olvidaré jamás.

 

Para terminar no me queda más que agradecer todas las muestras de afecto que sentí. Me sentí más arropado que nunca, como si fuera la estrella aunque las estrellas fuimos muchos. En mi van a tener un amigo para siempre.